Murcia, 11 de Junio de 2013
Querida Abuela Lola,
Hoy hemos empezado a visitar cada uno de los ocho Departamento que forman la Facultad. Para que te sitúes, los departamentos son como las secciones del Corte Inglés. Que si moda mujer, que si electrodomésticos, que si alimentación, que si juguetería. Todos son importantes, y cada uno tiene su papel para que el cliente salga contento. Y por eso los estamos visitando, para conocerlos mejor y contarles qué pensamos hacer con su ayuda y cómo queremos que sumen. Hoy ha tocado Sociología, Hacienda y Aplicada (por “aplicada” a la economía, no por “estudiosa”). Mañana toca Fundamentos (largo de explicar) y Contabilidad y el jueves, si llegamos al jueves, el resto.
Pero no sufras por mí –ni por el resto- que tampoco vamos todo el día perdiendo el ello. A pesar de la imagen de la foto –por cierto ¿te la ha pasado mi tía? Si no, dile de mi parte que “te la descargue” que ella sabrá qué hacer- en la que parecemos muy en movimiento, afortunadamente el día a día es sereno, y tenemos el tajo muy distribuido.
Por ejemplo, a Diego y Fede les ha tocado hoy atender el PIE, que es como llamamos, entre nosotros a una mesa con un par de sillas y un cartel, que hemos montado en la planta baja de la Facultad. Es como si dijéramos un puesto de mercado, pero sin el toldillo ese que ponen por encima. Y sin permiso municipal.
Por cierto que hoy hemos cometido el primer error de campaña. Te explico. Desde el principio, cuando estábamos pensando la campaña, nos gustó la idea de que todo el mundo aporte su grano en mejorar la Facultad (sé que te parece evidente pero, yo creo que en parte por la estructura del edificio, a veces andamos cada uno en su torre y no aportamos ni siquiera eso…). Total que, poco a poco, entre risas y carcajadas, fuimos pasando del “pon tu granito por un café”, con todo un montaje que casi incluía una hormigonera en la puerta, a “2ideas=1chuche”, que era mucho más manejable. Pero fíjate por donde, aquí ha estado el error.
Resulta que, por Marisa, que todo hay que decirlo, la chuche elegida fue “ la nube”, una de esas “marranás” que nunca te gustaba que nos dieran antes de comer, porque nos quitaban el hambre… Bueno pues, el caso es que al terminar la jornada, analizando las ideas que nos han ido dando a cambio de las nubes hemos descubierto:
a) que hay gente que, antes del verano, no come chuches. Aunque sí tiene ideas (por tanto correlación débil entre nube e ideas).
b) que si, por una nube, la gente nos ha dado ideas tan formidables, claramente nos ha faltado ambición: llegamos a ofrecerles una de tus croquetas de pollo, y nos dan ideas, un cronograma, un TFG, y nos regalan una propuesta de horario para el curso que viene. Pero sólo les ofrecimos una nube. Tremendo fallo.
Hasta mañana,
Tu nieto.
_____________________________________________
José Luis Munuera Alemán 